Año: 2011
País: España
Dirección: Paco Arango
Intérpretes: Diego Peretti, Aitana Sánchez-Gijón, Andoni Hernández, Goya Toledo, Amparo Baró, Mariví Bilbao, Enrique Villén, Jorge García, Rosa Maria Sardà, Laura Esquivel
Guión: Paco Arango
Música: Nathan Wang
Fotografía: Carlos Suárez
SINOPSIS:
Antonio, un niño enfermo de cáncer, hijo de madre soltera -MªLuz-, se encuentra casualmente en un hospital con Manolo -un hombre casado y con dos hijos-. Antonio es un "liante" y le hace pasar por su padre... ahí arranca una historia tierna, divertida y muy bien dirigida. También un poco triste, pero... sólo un "poco".
He encontrado una entrevista de Juan Orellana al director: Paco Arango. Os la dejo porque me pareció muy buena:
¿Cuáles son los orígenes de la película Maktub?
Allá
por el 2000 o 2001, almorzaba yo con un sacerdote, el primer martes de cada
mes, y le pedí que me ayudara a encontrar algo a lo que yo pudiera donar mi
tiempo, no mi dinero. Después de pensarlo, me puso en contacto con una
fundación que trabajaba en el Hospital del Niño Jesús, y empecé a ir allí
como voluntario. Cuando vi al primer niño vomitando, en vez de sentir deseos
de marcharme, me fui como un imán hacia su cama. Empecé a ir de habitación en
habitación, y me encontré con que allí había todo un mundo. Aquello me fue
robando mi vida poco a poco. A partir del segundo año, ya iba todos los días,
incluidos fines de semana.
¿De ahí nace la Fundación Aladina?
Fue
en 2006 cuando decidí poner en marcha una Fundación. Vi que había otras
fundaciones, pero que quedaban cosas sin cubrir: nadie estaba trabajando con
adolescentes. Hay un 30% de incremento de supervivencia cuando los mayores de
16 años con cáncer son tratados en hospitales pediátricos. Así que me pongo
manos a la obra y le pido consejo a mi amigo el sacerdote. Me dice que tengo
que contactar con la doctora Blanca López- Ibor. Curiosamente, esa misma
semana me había puesto a buscar a una monja que había venido tiempo atrás a
pedirme un donativo y yo me la había quitado de encima. Tenía mala
conciencia, y quería encontrarla. Y también, esa semana, estaba muy grave la
esposa de mi mejor amigo, un carismático que siempre me quería llevar a una
liturgia de los carismáticos, y al final yo nunca iba. Y otro suceso más. Esa
misma semana, venía U2 a dar un concierto en el Vicente Calderón, y mi
hermano me iba a presentar a Bono. Allí había muchos actores famosos que me
ignoraron. Se me revolvió un poco el ego. Bono me dio la mano y me dijo:
«Perdóname, porque he pecado». Yo no entendí a qué venía eso. Estaba en la
torre de control, abajo había 80.000 personas. Durante el concierto, yo
hablaba con Dios, y le dije: «Mira, ya llevo seis años en el hospital; ahora
voy a dejarlo un tiempo y voy a hacer cine, y estos actores se van a enterar
de quién soy yo». En ese momento, oigo que Bono dice por megafonía: «Quiero
dedicar esta canción a todos los médicos que nos mantienen sanos, pero en
especial se lo dedico a un hospital madrileño que trabaja con niños con
cáncer, pero… no recuerdo el nombre». En ese momento, todo el estadio comenzó
a gritar: «¡Niño Jesús, Niño Jesús!» Para mí fue una señal. Dios me estaba
diciendo que nada de abandonar el hospital.
Tengo entendido que ésa no fue la única señal…
Verás.
Al día siguiente, voy a visitar a la esposa de mi amigo, ¡y entra por la
puerta la monja! Y saldo con ella mi deuda moral. Y resulta que la esposa del
médico que atendía a estos amigos era… Blanca López-Ibor. Y me entero de que
los cuatro miembros de U2 son carismáticos. Todo encajaba, tenía un sentido.
Así que, en una semana, cambié todos mis planes, y paré mi vida profesional
de 2006 a 2009. Me dediqué completamente a la Fundación Aladina.
¿Y la película?
En
2008, en el hospital, conocí a Antonio, un niño que parecía haber superado el
cáncer. La Fundación iba viento en popa, y entonces decido hacer una
película, inspirada en él, sobre mis experiencias en el hospital, un lugar en
el que más se puede maldecir a Dios, pero donde yo he visto lo que es la
caridad y el amor y he entendido de qué va la vida. Y rodé Maktub. Cuando
hice el guión, Antonio parecía que iba a sobrevivir, pero su personaje moría.
Al final, Antonio murió por un virus. Antonio compuso una canción que fue
profética, en la que él se describía como la voz de los niños con cáncer, y
daba testimonio de su fe en Dios.
La acogida de la película por el público ha sido extraordinaria
Con
Maktub me llaman de universidades, de colegios, de parroquias…, porque la
película llega a lo más profundo del corazón, es una película que abre al
amor. En septiembre, inauguramos en el Niño Jesús el Centro Maktub, un centro
pionero para niños con trasplantes de médula ósea. Ahora, atendemos a mil niños
a pie de cama.
¿Y tu futuro?
Tengo
varios proyectos cinematográficos. Hacer una película es algo demasiado
importante como para frivolizar con ella. Una película es como hora y media
de hipnosis, y yo con Maktub he descubierto una responsabilidad como cineasta
que antes no veía. Se puede hacer mucho bien con una película.
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