AUTOR: BRAD PARKS
EDITORIAL: PLAZA JANÉS
EDICIÓN: 2017
MATERIA: NOVELA POLICIACA
PÁGINAS: 496
ISBN: 978-84-01-01842-8
SINOPSIS:
El escritor Brad
Parks (New Jersey, USA, 1974) ha conseguido fundir en su
novela No digas nada elementos de intriga, aventura, misterio y drama
familiar, en torno al muy honorable juez federal Scott Sampson, víctima de la conjura
criminal dirigida por un depravado manipulador bursátil.
La vida del juez, felizmente casado, padre de los gemelos de seis años Sam y Enma, transcurre entre su despacho en los tribunales del Estado de Virginia y los momentos dedicados a las relaciones familiares en compañía de su mujer, Alison, y los dos pequeños. Sin embargo, y de forma inesperada, las desgracias interrumpen el idílico panorama que someterá a dura prueba los sentimientos y la confianza mutua que habían mantenido la estabilidad de su matrimonio, ya a punto de cumplir sus bodas de plata. Tras el secuestro de los gemelos a la salida del colegio, los padres reciben una nota de los captores que exigen al juez, para su liberación, que emita un fallo favorable en el proceso incoado contra un distribuidor de droga adulterada que había causado la muerte de uno de los consumidores. En caso de no aceptar la propuesta, o denunciar el caso a la policía, amenazaban con remitirles en los días sucesivos a la sentencia diversos miembros amputados de los cuerpos de sus hijos, hasta su muerte final. Posteriormente, reciben nuevos comunicados en los que se demuestra la tupida red tendida por los secuestradores para controlar sus líneas telefónicas y accesos a la vivienda situada en una zona solitaria alejada de la ciudad. Dictada la sentencia que exculpaba al camello de la droga, los delincuentes solo cumplen una parte del compromiso, al liberar al pequeño Sam, mientras retienen a su hermana con una nueva imposición, de mayor trascendencia que la anterior. Se trata ahora de obligar al juez a favorecer la causa de una gran empresa farmacéutica en el pleito interpuesto contra ella por el uso indebido de una patente. Una vez cumplida la propuesta en el sentido deseado, le sería devuelta Enma o, en caso contrario, asesinada. A los problemas de conciencia del magistrado se unen las tensiones con su esposa, Alison que le acusa de anteponer sus deberes de moral profesional a la integridad física de sus hijos. Brad Parks traza con singular maestría las reacciones psicológicas de los dos personajes, cada uno de ellos enfrentados a problemas distintos: uno el de Scott, que lucha entre el amor a sus hijos y las obligaciones de su cargo, y otro el de Alison, como madre dispuesta a recuperar a los niños a cualquier precio. A través de planos diferentes, la acción se traslada desde los tribunales donde se desarrollan los procesos, a las maniobras ocultas de los dos cónyuges, cada uno de los cuales intenta por su lado descubrir y castigar a los secuestradores antes de que cumplan sus criminales amenazas. El desenlace del drama, que absorbe desde el principio la atención del lector, defiende los valores de sacrificio, entrega personal y solidaridad considerados como el fundamento de una vida familiar ejemplar, basada en el respeto y cariño entre sus miembros.
La vida del juez, felizmente casado, padre de los gemelos de seis años Sam y Enma, transcurre entre su despacho en los tribunales del Estado de Virginia y los momentos dedicados a las relaciones familiares en compañía de su mujer, Alison, y los dos pequeños. Sin embargo, y de forma inesperada, las desgracias interrumpen el idílico panorama que someterá a dura prueba los sentimientos y la confianza mutua que habían mantenido la estabilidad de su matrimonio, ya a punto de cumplir sus bodas de plata. Tras el secuestro de los gemelos a la salida del colegio, los padres reciben una nota de los captores que exigen al juez, para su liberación, que emita un fallo favorable en el proceso incoado contra un distribuidor de droga adulterada que había causado la muerte de uno de los consumidores. En caso de no aceptar la propuesta, o denunciar el caso a la policía, amenazaban con remitirles en los días sucesivos a la sentencia diversos miembros amputados de los cuerpos de sus hijos, hasta su muerte final. Posteriormente, reciben nuevos comunicados en los que se demuestra la tupida red tendida por los secuestradores para controlar sus líneas telefónicas y accesos a la vivienda situada en una zona solitaria alejada de la ciudad. Dictada la sentencia que exculpaba al camello de la droga, los delincuentes solo cumplen una parte del compromiso, al liberar al pequeño Sam, mientras retienen a su hermana con una nueva imposición, de mayor trascendencia que la anterior. Se trata ahora de obligar al juez a favorecer la causa de una gran empresa farmacéutica en el pleito interpuesto contra ella por el uso indebido de una patente. Una vez cumplida la propuesta en el sentido deseado, le sería devuelta Enma o, en caso contrario, asesinada. A los problemas de conciencia del magistrado se unen las tensiones con su esposa, Alison que le acusa de anteponer sus deberes de moral profesional a la integridad física de sus hijos. Brad Parks traza con singular maestría las reacciones psicológicas de los dos personajes, cada uno de ellos enfrentados a problemas distintos: uno el de Scott, que lucha entre el amor a sus hijos y las obligaciones de su cargo, y otro el de Alison, como madre dispuesta a recuperar a los niños a cualquier precio. A través de planos diferentes, la acción se traslada desde los tribunales donde se desarrollan los procesos, a las maniobras ocultas de los dos cónyuges, cada uno de los cuales intenta por su lado descubrir y castigar a los secuestradores antes de que cumplan sus criminales amenazas. El desenlace del drama, que absorbe desde el principio la atención del lector, defiende los valores de sacrificio, entrega personal y solidaridad considerados como el fundamento de una vida familiar ejemplar, basada en el respeto y cariño entre sus miembros.
Tomada integramente de: https://www.troa.es/libro/no-digas-nada_948773
No hay comentarios:
Publicar un comentario